Pequeños placeres de la vida, pueden parecer pequeños, pero son mucho mas grandes de lo que te piensas...Pasan desapercibidos a los ojos de la gente, pero para cada uno son diferentes, unos los sientes a solas, otros en compañia, otros en la noche, otros en la esquina de tu habitación, y otros en el lugar mas incógnito del planeta. Los sentimos...

miércoles, 23 de febrero de 2011

Algo más que un abrazo.

Cuando mi ánimo cae y cae en picado, lo único que puede salvarme es un abrazo. Cuando veo a una persona que me cae bien, me encanta saludarla con un abrazo, y si quiero dar las gracias de corazón, doy un abrazo. Sí, soy de esas personas que lo solucionan todo con un abrazo, y la verdad es que hasta hace unos días, sólo he arrancado sonrisas.
No entiendo a esas personas que intentan ver más allá de un simple abrazo. Que los rechazan o que se quedan quietas cuando hay alguien abrazándolas. Nunca lo entenderé, y la verdad es que no pretendo hacerlo.
Porque me encanta abrazar y ser abrazada. Me encanta que me estrujen cuando se alegran de verme por las mañanas. Que, cuando hace frío, el abrazo sea eterno. Que, si lloro, me abracen flojito para hacerme ver que lloran conmigo. Que cuando nos despedimos, el abrazo sea tan fuerte que dos semanas después aún me duela algún hueso y eso me haga recordar a la persona que no está.
Que cuando se hayan acabado las palabras, simplemente me abracen.

No hay comentarios:

Publicar un comentario