Quiero ser independiente. Tener un coche que me lleve a todas partes y poder viajar y ver cada rincón del mundo, por pequeño que sea. Presenciar los enormes gigantes de cristal y sentir un escalofrío por ello; dar un largo paseo por todo Nueva York y aprenderme sus calles. Después subir al Empire State y asomarme sin pánico; al igual que me gustaría subir a la Torre Eiffel, después de haber pasado por el centro de París o de haber estado en la quinta avenida. Quiero subir a un autobús rojo en Londres y gritarle al mundo mi felicidad desde el segundo piso. Pasear en góndola en Venecia y después tomar un café en la plaza de san Marco viendo como tocan los grupos de música en la misma. Ir a Barcelona y perderme por sus magníficas calles. Vivir una primavera-verano permanente. Coger una bici y dar largos paseos por la playa. Quiero, quiero... quiero demasiado.
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