Entra en una cabina bronceadora y fríete durante dos o tres días. Cuando las ampollas de tu piel hayan estallado y te hayas descamado, retuércete en sal gorda y después ponte ropa interior cosida con hilo de cristal y alambre de cuchillas. Vístete con tu ropa habitual, siempre y cuando te vaya estrecha.
Fuma pólvora y ve al instituto, para brincar entre aros, siéntate y suplica, cumple las órdenes. Escucha los murmullos que se cuelan en tu cabeza por la noche, llamándotefea y gorda y estúpida y puta y zorra y lo peor de todo, “una decepción”. Vomitas y te mueres de hambre y te cortas y bebes porque necesitas un anestésico y eso funciona. Durante un rato. Pero entonces el anestésico se convierte en veneno y para entonces ya es demasiado tarde porque ya estás colocada hasta el alma. Te está pudriendo por dentro pero no puedes parar.
Te miras en el espejo y sólo ves un fantasma. Oyes gritar a cada latido de tu corazón y todo-absolutamente-todo está mal.
“¿Por qué?”, no es la pregunta correcta.Pregúntate, “¿Por qué no?”
Pequeños placeres de la vida, pueden parecer pequeños, pero son mucho mas grandes de lo que te piensas...Pasan desapercibidos a los ojos de la gente, pero para cada uno son diferentes, unos los sientes a solas, otros en compañia, otros en la noche, otros en la esquina de tu habitación, y otros en el lugar mas incógnito del planeta. Los sentimos...
miércoles, 9 de marzo de 2011
¿Por qué? ¿Quieres saber por qué
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